RELMECS, diciembre 2015, vol. 5, no. 2, ISSN 1853-7863
Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales.
Red Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales

 

RESEÑA / REVIEW

 

 

Investigar con estudio de caso la dirección escolar. Un libro de Rosa Vázquez Recio

Researching with study of case about educational direction. A book by Rosa Vázquez Recio

 

Reseña de: Rosa Vázquez Recio (2011). Investigar la dirección escolar con estudio de caso: relato de una experiencia. Archidona: Aljibe, 128 pp.

 

Mónica López Gil

Universidad de Cádiz
monica.maria@uca.es
España

 

Cita sugerida: López Gil, M. (2015). Investigar con estudio de caso la dirección escolar. Un libro de Rosa Vázquez Recio [Reseña del libro: Investigar la dirección escolar con estudio de caso: relato de una experiencia de Vázquez Recio, R.]. Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales, 5 (2). Recuperado a partir de: http://www.relmecs.fahce.unlp.edu.ar/article/view/relmecsv05n02a07

 

1. Introducción

Investigar con estudio de caso la dirección escolar: relato de una experiencia, rememora la experiencia personal y única de su autora, Rosa Vázquez Recio, doctora y profesora titular de Didáctica y Organización escolar de la Universidad de Cádiz, sobre la realización de un estudio de caso acerca de la dirección escolar. El hecho de que se trate de su experiencia, única y personal, es donde reside el valor de este escrito pues compartir nuestras experiencias y vivencias con otras personas nos enriquece y nos ayuda a enfrentarnos a situaciones similares. Del mismo modo, es necesario destacar la fundamentación teórica que la autora adjunta y utiliza para la argumentación de sus acciones y opiniones.

Conocer lo que otros vivieron ayuda a reflexionar sobre nosotros mismos como sujeto que investiga. Compartir nuestras inquietudes, miedos y emociones no solo reconforta sino que nos enriquece como profesionales. Este libro ayuda, por tanto, a aquellas personas que han realizado estudios de caso y que pueden sentirse identificados con lo que la autora nos cuenta, pero también a quienes deseen emprender una investigación desde esta perspectiva, tanto como a investigadores e investigadoras en general.

Para su escritura la profesora Vázquez se ha basado en su amplia experiencia como investigadora, pero ha sido el trabajo realizado para su tesis doctoral titulada “La dirección de centros y sus metáforas: símbolo, acción y ética. Estudio de un caso” el que se configura como núcleo de sus reflexiones. El objetivo de esta investigación fue la de estudiar la dirección de centros educativos en la dinámica cotidiana de las escuelas.

2. Estructura y cuerpo de la obra

El escrito se estructura en tres capítulos.

En el primero de ellos, “Preliminar triádico: propósito, temática y contexto”, se narran las intenciones del libro, el origen del mismo y el escenario de la investigación en la que se fundamenta.

El capítulo dos, “La arquitectura del proceso de investigación: Dioses y monstruos”, se centra en el proceso de investigación que se ha seguido durante toda la andadura de realización de la investigación. Lo que se narra en este punto otorga mayor coherencia y entendimiento a los pasos, reflexiones y decisiones que se han ido dando en la elaboración del estudio. De modo emotivo y retórico, la autora nos acerca a todos los entresijos relativos de lo que supone la elección de temática de estudio; la selección de los “personajes”; cómo la investigación se hace a ella misma por la complejidad de la realidad social en la que se inserta; del sentimiento de quien investiga ante la página en blanco o frente a multitud de documentación a la que dar interpretación. Investigaciones de corte etnográfico que no buscan generalizaciones ni universalidades tienen sentido precisamente por su subjetividad: el paso de “estar con” al “estar entre la gente”, la comprensión, la unicidad de los casos y la riqueza que otorga la interpretación de realidades insertadas en redes de significaciones no ajenas a ellas. No es un tratado teórico ni un manual metodológico sino una experiencia, pero se invita a la lectura y consulta de multitud de referencias bibliográficas relativas a todos los contenidos.

En la tercera de las partes que conforman el cuerpo del escrito nos habla de sus aprendizajes, no tanto de la temática de estudio sino del proceso e indagación. La propia investigación, la toma de decisiones, todo un acto de introspección sobre lo que ha supuesto en su identidad como investigadora y como persona si es que puede hacerse esa distinción.

3. Un libro que acompaña

Lejos de encontrar recomendaciones o normas a seguir en el proceso de investigación de estudio de caso, ofrece una visión del mismo desde una perspectiva personal, subjetiva y propia que ayudará al lector a sentirse menos solo ante las dificultades y/o conflictos éticos que estos estudios conllevan.

Cada historia es única y personal, y cuando se trata de estudios sociales no existen respuestas precisas y concretas para cada situación, pues requieren actuaciones contextualizadas. Estas decisiones sobre “cómo actuar” son propias en cada caso y por lo tanto, no pueden generalizarse a otros. En la toma de decisiones sobre qué y cómo investigar y cómo actuar, se ponen en juego opiniones y experiencias anteriores, intereses y motivaciones, pensamientos y sentimientos. La identidad de quien investiga configura el estudio, al igual que lo hace la de la personas investigadas. La relación dialéctica entre ambos roles otorgan vida a la investigación.

Este es uno de los puntos clave, la pregunta por la identidad de quien investiga, configurándose el yo como instrumento, como uno de los elementos que conforman el estudio, y que es reformulada a través de las interacciones con los participantes de esa experiencia. Esta (de)construcción de identidad abarca desde la elección de la temática hasta la elaboración final del informe y continua aun después de haber finalizado el estudio. En el cuarto apartado del segundo capítulo llamado “¿Quién fui y quién llegué a ser?” focaliza su atención en este aspecto.

Otro de los posibles conflictos éticos que se aborda es cómo influye el conocimiento que las personas implicadas en la investigación tengan del investigador o la investigadora. No es lo mismo ser una persona conocida que un/a completo/a desconocido/a. Se reitera la idea que la investigación no es decisión exclusiva de quien investiga sino también del colectivo o individuo que es investigado, y se le reconoce un papel activo. No solo hace el estudio quien investiga sino quien es investigado como sujeto ético, con principios, pensamientos y sentimientos propios que conforman la realidad objeto de estudio. Esta relación, que podría considerarse colaborativa, no es una relación simétrica pues ambas partes tienen papeles distintos en el campo de estudio y participan desde planos y propósitos diferenciados. No obstante, esta asimetría no está reñida con la posible confianza y complicidad con las personas implicadas en la investigación construida a partir de intereses comunes, de la convivencia durante el proceso indagatorio e incluso, como la autora apunta, derivada de estrategias de recogida de información como la observación participante.

La escritura, actividad que no solo se produce en el momento de la construcción del informe, sino que es inherente en todas las fases de la investigación, se presenta como una actividad compleja. Es compleja porque no solo es una tarea de carácter técnico sino que manifiesta y se caracteriza por ser, en gran medida, espejo de quien escribe, y del momento (entendiéndolo como al espacio de tiempo disponible, y de tiempos en los que se realiza) y ambiente (entendiéndolo como las circunstancias sociales, económicas, profesionales y/o psicológicas que acompañan a quien escribe) en el que lo hace. Sin duda, un proceso lleno de claroscuros como parte de la incertidumbre y las idas y venidas que rodean a la acción investigadora.

Esta obra puede hacer compañía a quien se enfrenta a este tipo de indagación. Una compañía que la propia autora no siempre encontró y que incluso a veces rechazó. La soledad se muestra como un sentimiento inherente y continuo en la práctica de su investigación a pesar de que se esté rodeado de muchas personas. A veces una soledad escogida y necesaria, y a veces una soledad impuesta.

La soledad buscada, intencional, se configura como necesaria hacia la reflexión personal y la búsqueda de argumentos que fundamenten las acciones investigadoras. El fin es es hacer un diálogo interno e íntimo hacia el encuentro de concentración y distanciamiento de la acción concreta que implica la toma de conciencia continua, subjetiva e inmediata, en una búsqueda de coherencia con los principios de investigación del investigador, se constituye como instrumento para la validez y se conforma como criterio para la evaluación de la calidad de un estudio cualitativo. Pero hay momentos de soledad no buscados sino impuestos por la propia tarea de investigación de estudio de caso y por la responsabilidad que adquirimos ante ella. Es un método que puede llegar a ser tan absorbente que provoca el alejamiento del investigador de su realidad cotidiana. Tanto una como otra forma de soledad puede presentarse en los contextos y momentos menos ortodoxos: durante un viaje en autobús, mientras se mantiene una conversación grupal, o en cualquier otra ocasión cotidiana. El modo de vivir estas modalidades de soledad dependerá de la propia persona, pero estar alerta a que puede presentarse cuando menos se espera es conveniente para construir estrategias y mecanismos de defensa ante ella cuando no es escogida.

Lo novedoso y más interesante de la obra es la presentación particular de los posibles conflictos y dilemas con los que los investigadores pueden encontrarse y que, de hecho, la autora experimentó durante el proceso de estudio de caso. Lejos de ser signos de una inadecuada gestión de la investigación, forman parte constitutiva del proceder investigador. Pero da un paso más: estas situaciones se presentan como necesarias. Los conflictos sobre el hacer, decir y estar fomentan la reflexividad de quien investiga y por ende, se otorga valor, rigor y sentido al estudio.

El libro es todo un alegato al compartir con otros las propias experiencias para comprender, ser comprendidos y ser conscientes de la ética y fundamentación que requieren la toma de decisiones en las investigaciones sean estas del corte metodológico que sean.

 

Recibido: 6 de octubre de 2014
Aceptado: 5 de marzo de 20155
Publicado: 9 de diciembre de 2015

 

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