RELMECS, junio - noviembre 2022, vol. 12, nº1, e112. ISSN 1853-7863
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales
Red Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales

Reseñas

Una epistemología para investigar desde la creación de la cotidianidad.

Reseña Bibliográfica de: Valiente, Silvia (2020). Habitar las fronteras del pensar desde la cotidianeidad y la memoria. San Fernando del Valle de Catamarca, Argentina: Editorial Científica Universitaria. Secretaría de Investigación y Posgrado. Universidad Nacional de Catamarca. 227 páginas. ISBN: 978-987-661-363-7

Rafael Sandoval

Departamento de Sociología. Universidad de Guadalajara, México
Cita sugerida: Sandoval, R. (2022). Una epistemología para investigar desde la creación de la cotidianidad [Revisión del libro Habitar las fronteras del pensar desde la cotidianeidad y la memoria por S. Valiente]. Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales, 12(1), e112. https://doi.org/10.24215/18537863e112

Resumen: El libro reseñado tiene por objetivo exponer el proceso de investigación experimentado por la autora en los últimos años, haciendo una mirada retrospectiva y persiguiendo una finalidad didáctica, es decir, mostrando como anuda categorías e ideas en un proceso de producción de conocimiento como práctica que se construye desde los espacios de la vida cotidiana de los sujetos, desde sus lugares y temporalidades concretas. En términos generales, desde fuentes secundarias y primarias, aborda diferentes problemáticas de tres espacialidades argentinas (chaco-salteño, el ámbito santiagueño y Andalgalá), en los que combina la perspectiva decolonial e investigación de borde para dar cuenta de cómo los sujetos piensan y habitan un espacio-tiempo marcado por la herida colonial.

Palabras clave: Perspectiva decolonial, Investigación de borde, Conocimiento situado.

An epistemology to approach research from the creation of everyday life. Bibliographic Review: Valiente, Silvia (2020). Habitar las fronteras del pensar desde la cotidianeidad y la memoria. San Fernando del Valle de Catamarca, Argentina: Editorial Científica Universitaria. Research and Postgraduate Secretariat. Universidad Nacional de Catamarca. 227 pages. ISBN: 978-987-661-363-7

Abstract: The book reviewed here aims to expose the research process experienced by the author in recent years, with a retrospective look and the pursuit of a didactic purpose, that is, showing how categories and ideas are tied together in a process of knowledge production as a practice which is built from the spaces of the everyday life of subjects, from their own specific places and temporalities. In general terms, from secondary and primary sources, this work addresses different problems of three Argentine spatialities (Chaco-Salteño, the Santiago area and Andalgalá), in which it combines the decolonial perspective and edge research to account for how subjects think and inhabit a space-time marked by the colonial wound.

Keywords: Decolonial Perspective, Marginal research methodologies, Situated knowledge.

1. Introducción

Estamos frente a un libro en el que su autora expone y se expone con respecto a su devenir en las formas de hacer investigación y advierte que está en un proceso de autoreflexividad crítica con respecto a la postura teórica, metodológica y epistémica en la que ha venido dándose su práctica como investigadora y docente. Dicha postura, nos advierte, la configuró a partir de articular una forma de pensar y razonar lo decolonial con el experimentar la investigación de borde, lo cual significa para Silvia Valiente, investigación desde los márgenes de las ciencias sociales. Y es desde ahí que le da su propia tonalidad en las formas de hacer investigación al concretar investigaciones que le permitan habitar las fronteras del pensar, desde la cotidianeidad y la memoria, que es lo que le da título a sus primeros capítulos y donde nos comparte las implicaciones de la tarea de conocer, desplegándose como sujeto situada en su propia cotidianidad y con la perspectiva de lograr una praxis descolonizadora en tanto que asume que son los propios sujetos con su creatividad y su disposición a la crítica reflexiva quienes construyen el conocimiento.

En sus diferentes capítulos se podrá apreciar que los sujetos con los que se relaciona para conocer e investigar son sujetos que también se sitúan en los bordes y los márgenes de las formas de saber disciplinares, e incluso más allá de dichos bordes disciplinares de las ciencias sociales reconocidas en la academia.

De lo anterior queda de manifiesto en las problemáticas que aborda en los capítulos dos y tres que tienen que ver con la narrativa folklórica anclada en una geografía particular y una experiencia antropológica que da cuenta de la diferencia colonial; mientras que en los capítulos cuatro y cinco, se relaciona con los sujetos de Andalgalá desde la experiencia y vivencia de lo común, desde quienes están dando una lucha y resistencia contra el despojo que el capital les hace de su territorio y formas de vida. En estos sujetos también encuentra que anida otra forma de hacer-pensante, otra forma de afirmar sus epistemes, que tienen su raíz en la reivindicación de su historia y un futuro sin explotación de la vida natural y humana. La autora lo dice con una magistral sencillez: la necesidad de avanzar hacia otras maneras de hacer pensante, desde las fronteras del conocimiento, la memoria y los espacios de la vida cotidiana… otras maneras de pensar, razonar y emocionarme.

2. Características del texto

Ampliando la presentación de este libro, podemos decir que se trata de un material que busca desnaturalizar mecanismos de marginalización y procesos de subalternización de tres espacialidades argentinas, exponiendo cómo las huellas de la colonialidad continúan operando en nuestros días, creando sentidos sobre la realidad, sobre la naturaleza y sobre el territorio como vaciados de sujetos e historias.

En este libro tiene una lectura ágil y una redacción comprensible para un público amplio. La estructura del libro se compone de 5 capítulos y 4 Adenda (agregados), y este es el índice del mismo:

  • Prólogo

  • Introducción

  • Capítulo 1: Hacia otras maneras de razonar y emocionarse

  • Adenda 1: Revitalizar los espacios de la vida cotidiana

  • Adenda 2: Producir un texto desrigidizado

  • Capítulo 2: Habitar en las fronteras

  • Adenda 3: Afectados por la experiencia de borde

  • Capítulo 3: El pensador posabismal

  • Adenda 4: La potencialidad y creatividad de las prácticas investigativas

  • Adenda 5: Cuando nuestra palabra es habitada por otros

  • Capítulo 4: La memoria territorial. El reconocimiento del pasado en la lucha por la significación del presente

  • Capítulo 5: Herencias coloniales entrelazadas en la vida cotidiana

  • Casi un capítulo

Desde su adhesión a la perspectiva decolonial expone que tuvo la posibilidad de iniciarse con la obra de un honesto innovador de las formas de hacer investigación como es Arturo Escobar y su propuesta de “conocimiento de otro modo”, desde donde pudo conocer la fuente de inspiración que significa lo que hizo Waman Puma y Ottobha Cuogano, desde quienes reconocieron cómo es pensar sobre mundos “otros” y conocimientos “de otro modo” en América Latina. Así lo expresa la autora luego de ofrecernos algunas nociones que caracterizan el pensar decolonial que ella retoma: diferencia colonial, pluriverso, pensamiento fronterizo, energía decolonial, entre otras.

En esta reseña me interesa hacer referencia a un dispositivo de investigación que denomina “ejercicios de memoria metodológica”, en los cuales se experimenta esa articulación que tanto le interesa destacar: explicitar cómo se afectaba el proceso de conocer, razonar y emocionarnos en el encuentro con el sujeto con el que se relaciona para reconocerse. Si se atiende con cuidado, la autora nos ofrece una forma hacer metodología en la investigación a partir de lo que nombra formas de autorreflexividad que expresan adherencias ocultas que configuran la forma de ser investigadores y que aparecen disfrazadas o encubiertas como temores, prejuicios, afinidades (invocando a los referentes teóricos de cuestión de la reflexividad). Desde ese lugar de enunciación configuró anteriormente lo que denominó “semillero de investigación” al margen de cualquier denominación formal que establecen los marcos normativos de la academia. Se inspira en otras formas de saber hacer y autoformación que reconoce en casos como los de la comunidad desde donde Vilma Almendra (2012) plantea su imagen del hormiguero que, como señala Silvia Valiente, es una forma de pensar en el trabajo colectivo.

En este libro apuesta de manera categórica a una praxis investigativa descolonizadora que considera es posible si se articula el “pensar decolonial” con la “investigación de borde”, y es en esta articulación que nos ofrece una forma de hacer investigación. Con todo, aunque reconoce que el pensar decolonial no se trata de ninguna teoría ni método, sino de una práctica en la manera de pensar y razonar, podría decirse que nos deja pendiente cómo se diferencia de otras formas de praxis descolonizadoras que han venido realizando los pueblos y culturas indígenas, o la educación popular junto con la llamada investigación acción participativa, por ejemplo. Aunque en el entretejido de sus diferentes capítulos que son la exposición de sus experiencias de investigación va tejiendo una forma de hacer investigación y formación aunque no ofrezca respuesta a este cuestionamiento que me permito hacer; los lectores sabrán encontrar en la lectura cómo es que al mismo tiempo que adhiere a la perspectiva decolonial e investigación de borde, ha iniciado una nueva etapa en la manera de pensar y de emocionarse con la investigación que reconoce la propia perspectiva del sujeto que quiere conocerse.

Nos adelanta como está aconteciendo su experiencia de investigación actual, por lo que es de esperar que Silvia Valiente nos sorprenda con este nuevo giro de autorreflexividad crítica que la lleva a estar en permanente cuestionamiento y vigilancia de su experiencia como docente e investigadora. Expresa el redescubrimiento de los espacios de la vida cotidiana y de los modos de hacer investigación desde el sujeto, diciendo que es algo que venía intentando hacer de manera intuitiva. A esto me permito agregar que, debatiendo en contra de los cánones de la academia disciplinar y de experiencias que se reivindican como alternativas pero que también se han convertido en modas que promueven la dependencia y la jerarquía en la relación entre sujetos en los procesos de conocimiento en la investigación, la autora ha sido capaz de cuestionarse y problematizar su propia practica, y aquí solo nos deja algunos indicios.

También se podrá apreciar que en la experiencia de las formas de hacer investigación que nutren la perspectiva de Silvia Valiente, está, además de la articulación de lo decolonial con la investigación de borde, una tercera fuente, los intercambios con los participantes del semillero de investigación, entre los cuales han estado quienes se han formado lejos de los centros académicos y, sobre todo, desde una posición ético-política que los coloca de manera diferente en el proceso de investigación, postura que los vínculo con sujetos que reconocen otras formas de saber y conocer, y de quienes han aprendido sus formas de hacerlo de manera dialógica y solidaria. Esto es fundamental en la configuración de una actitud y postura epistémica y metodológica: asumir que la realidad es producida por los sujetos sociales al mismo tiempo que se construyen como sujetos.

Para mostrar una de las experiencias, nos comparte como establece la relación de conocimiento en ese su dispositivo semillero. Es evidente que es respetuosa de las formas de como los sujetos expresan sus saberes y como construyen su conocimiento desde la vida cotidiana y la memoria históricas. Y esto lo señalo ya que Silvia nos dice que, en ellos, su pensar y sentir se nutre de experiencias e historias que les permiten realizar desplazamientos no solo espaciales sino epistémicos, y descolonizar el saber y el ser, legitimando lo alterno, lo no moderno, lo no cómodo, otras subjetividades, otras autoridades.

Lo que no queda claro es cómo es que con todo esto se “construye esa subjetividad de frontera” y cómo es que se “genera condiciones para la emergencia de la energía decolonial… la actitud militante y emancipatoria”. Seguramente una lectura menos prejuiciosa que la mía podrá apreciarlo en la amplia narrativa que nos comparte en el capítulo dos, de modo que se pueda reconocer esa subjetividad de frontera, y de ser así, podría la autora ofrecernos una nueva categoría, subjetividad de frontera, para entender de mejor manera la complejidad de los sujetos.

Esto es, más que todo, una provocación para que se lea este libro y puedan saborear una obra que en momentos incluso desborda los modelos de los que se nutre: la perspectiva decolonial y la investigación de borde, dos paradigmas que, aunque no se reconozcan como tales, en la práctica se despliegan como modelos de hacer metodología en la investigación. Más aún, nos advierte que los estudios decoloniales son objeto de crítica en el sentido de que no hacen investigación con sujetos concretos y en campo, y en este libro, nos hace invitación a pensar decolonialmente, para problematizar sobre la geo y corpo-política del conocimiento desde artistas que no se dejan atrapar por la lógica del capital, ni de la fama, ni del mercado. Tal es el caso de Horacio Banegas en el capítulo tres, sujeto con quien despliega otra experiencia de investigación diferente a la del capítulo dos centrado en la narrativa folklórica del grupo Los Rojas.

Pero este no es el único caso. En el capítulo cuatro y cinco nos comparte la experiencia que vivió en Andalgalá con una pluralidad de sujetos colectivos y singulares con los que empata su perspectiva de investigar. Aquí su experiencia de Semillero la tradujo en la forma Taller, en la que se reconstruyó la memoria de un territorio a partir de narrativas realizadas en el marco de un taller de activación de la memoria colectiva. En esta experiencia nos muestra como es que los sujetos se piensan desde la memoria histórica, como ese repertorio de recuerdos y olvidos, de representaciones e imaginarios sobre un pasado compartido en torno al cual los miembros construyen sentidos de pertenencia, se cohesionan como entidad social y despliegan sus relaciones y prácticas presentes, ratificando que en las formas de saber y pensar, son los propios sujetos quienes hacen la historia desde la vida cotidiana, y al mismo tiempo, construyen su conocimiento.

3. Cierre

Para finalizar, me gustaría enfatizar en que la lectura de este libro aporta al lector más que una perspectiva abstracta de decolonialidad o de una forma de intervención metodológica participativa con lo sujetos, sino que contribuye a mostrar, concretamente, que es el conocimiento situado y pone en valor la experiencia de los sujetos en el territorio y la autoreflexividad de la autora en el proceso de construcción del conocimiento. En suma, desde fuentes primarias o secundarias nos acerca el hacer-pensante de los sujetos, y lo hace de manera respetuosa, mostrando cómo entabla el diálogo con los sujetos de su interlocución, a la vez que nos comparte saberes y conocimientos. No por otra cosa concluyo esta reseña citando algunos párrafos del libro en cuestión

Para finalizar, desde este humilde aporte pretendo entender parte de las conflictividades actuales y la necesidad de prestar atención a la potencialidad de los lugares y de los sujetos en la lucha por la significación del presente. (…) Todo territorio tiene memoria, es transformado, apropiado, tensionado por diferentes sujetos, lógicas y racionalidades. Por último, asumo las limitaciones de este trabajo y mi propia incapacidad para pensar la complejidad del tiempo socio-histórico (p.183)

Desde esta idea germinal que hace poco hice consciente, pretendí mostrar esas pequeñas historias (…) aunque sean algunas protagonizadas por sujetos conocidos, pero historias al fin, que no acontecen en el vacío, sino que son encarnadas por personas con cuerpo y rostro, en oposición al sujeto abstracto de la modernidad (…) y apelar a la creatividad e imaginación para reconocer otros sujetos, otros lenguajes y experimentar procesos de desaprendizaje/aprendizaje, aperturas y desprendimientos (p.220)

4. Bibliografía

Almendra, V. (2012). Aprender caminando: somos con otros y estamos siendo en relaciones. Revista Educación y Pedagogía, 24(62), 47-62. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4161008

Notas de autor

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